Time to Relax

Anécdota rara la de anoche.

Bajo del tren por el lado incorrecto (como siempre que bajo sólo en casa) y empiezo a caminar camino a casa. Como es costumbre, vengo escuchando música en el celular. Empiezo a caminar tranquilo y despreocupado las cinco cuadras que me distancian de casa y estaba tan tranquilo que me pongo a silbar por lo bajo.

Otra de las grandes costumbres: cantar. No sólo no es suficiente arruinar un tema silbandoló en el medio de la calle, si no que también me tengo que poner a cantarlo. El tema es que le pongo un cierto énfasis al canto y trato de asemejar el tono (trato... sólo trato) al del cantante, como así si hay un "efecto" de voz.

Consta que cruzo el último cruce para entrar en lo que sería la última cuadra a pie antes de llegar a casa, que me encuentro cantando con una voz gutural y "sombría", muy entusiasmado en mi mundo, cuando de repente siento un golpe en la nuca al mejor estilo "soplamocos". Me doy vuelta con mala cara esperando ver a alguien conocido, cuando veo a una mina de alrededor de 25 años que estaba terminando su corta carrera con el golpe. Al parecer, al darme vuelta sufrió el mismo golpe de sorpresa que tuve yo. QUIEN SOS????

Lo único que hizo fue decir un simple "uy, me equivoqué!". Agarro por el mismo camino por el que venía y yo reemprendí mi camino a casa.

Claro, total... a quién no le viene bien un tate quieto después de un día arduo de trabajo, a una cuadra de la casa, cuando lo único que necesita es tirarse en la cama a descansar??